José María Velasco Gómez, nacido el 6 de julio de 1840 en la Ciudad de México, fue un destacado pintor paisajista mexicano que se convirtió en una de las figuras más influyentes del arte del siglo XIX en México. Su trabajo fue de gran importancia tanto en el ámbito artístico como en el campo de la conservación del paisaje mexicano, convirtiéndose en un defensor ferviente de la naturaleza y del patrimonio natural de su país.
Desde una temprana edad, Velasco mostró habilidades artísticas destacadas y fue apoyado por su familia para seguir una carrera en las artes. Estudió en la Academia de San Carlos de la Ciudad de México, donde fue alumno de los renombrados pintores Pelegrín Clavé y Eugenio Landesio. Pronto comenzó a recibir el reconocimiento por su talento y en 1854, a la edad de 14 años, ya había ganado una medalla de oro en la exposición de la Academia.
La obra de Velasco se caracteriza por su detallado realismo y su habilidad para capturar la belleza y la majestuosidad de los paisajes naturales de México. A lo largo de su carrera, pintó una gran variedad de paisajes, desde las montañas nevadas de Popocatépetl e Iztaccíhuatl, hasta los densos bosques de Oaxaca y Chiapas, así como los ríos y valles del centro del país.
Además de su compromiso con el arte, Velasco también fue un ferviente defensor del medio ambiente y de la preservación de la naturaleza en México. Desde una edad temprana, mostró un interés por la botánica y la geología, y esto se reflejó en muchas de sus obras, donde se puede apreciar su atención al detalle en la representación de la flora y fauna mexicanas. Velasco estaba preocupado por el crecimiento urbano descontrolado y la deforestación en su país, y buscó a través de su arte crear conciencia sobre la importancia de preservar el patrimonio natural de México.
A lo largo de su vida, José María Velasco recibió numerosos reconocimientos y premios por su trabajo. En 1868, se convirtió en miembro de la Academia de San Carlos y en 1890 se le otorgó la Orden de Guadalupe, el honor más alto que se puede recibir en México. Su obra también fue ampliamente expuesta en México y en el extranjero, y sus pinturas se encuentran en importantes colecciones de arte en todo el mundo.
José María Velasco falleció el 26 de agosto de 1912 en la Ciudad de México, dejando un legado artístico y ambiental invaluable en México. Su influencia en el desarrollo del arte paisajista y su compromiso con la conservación del patrimonio natural mexicano continúan siendo reconocidos y valorados hasta el día de hoy. Su obra ha sido un testimonio duradero de la belleza y la diversidad de los paisajes mexicanos, así como un recordatorio de la importancia de proteger y preservar nuestro entorno natural.