Durante el periodo de gobierno de Agustín de Iturbide en México, se destacó su influencia militar en la política y la sociedad del país. Iturbide era un militar mexicano que lideró el movimiento de independencia de México y se proclamó emperador en 1822. Su gobierno, conocido como el Primer Imperio Mexicano, duró menos de un año, pero dejó un impacto duradero en la historia de México.
Iturbide era un líder militar carismático y habilidoso, y su influencia en México se vio reflejada en su ascenso al poder. Después de la independencia de México en 1821, Iturbide fue nombrado comandante del Ejército Imperial Mexicano y desempeñó un papel crucial en la promulgación del Plan de Iguala, un documento que buscaba unir a los mexicanos y establecer un gobierno independiente. El ejército de Iturbide fue fundamental en la lucha contra las fuerzas españolas y en la consolidación de la independencia de México.
Una vez en el poder, Iturbide utilizó su influencia militar para consolidar su gobierno. Promovió la lealtad y disciplina en las fuerzas armadas y recompensó a los soldados leales con ascensos y recompensas. Además, utilizó la fuerza militar para reprimir cualquier oposición política y sofocar cualquier intento de revuelta. Su régimen estuvo marcado por la represión de los disidentes y la censura de los medios de comunicación.
Iturbide también utilizó su influencia militar para fortalecer la economía del país. Implementó medidas proteccionistas para fomentar la industria y el comercio interno, y estableció una red de aduanas para controlar el flujo de mercancías. Además, utilizó el ejército para garantizar la seguridad de las rutas comerciales y proteger los intereses comerciales mexicanos.
En el ámbito internacional, la influencia militar de Iturbide se hizo evidente en su política exterior. Durante su gobierno, México buscó establecer alianzas con otras naciones y fortalecer su posición en el escenario mundial. Iturbide envió misiones diplomáticas a Europa y América para establecer relaciones comerciales y políticas. Además, utilizó la amenaza del poder militar mexicano para disuadir a otras naciones de interferir en los asuntos internos de México.
Sin embargo, a pesar de su influencia militar, el gobierno de Iturbide fue breve y problemático. Su régimen despertó la desconfianza de diferentes grupos políticos y sociales, y su estilo autoritario y represivo generó descontento en la población. Finalmente, en 1823, Iturbide fue depuesto y exiliado del país.
A pesar de su caída en desgracia, la influencia militar de Iturbide durante su gobierno en México dejó un legado duradero. Su papel en la independencia de México y su liderazgo militar fueron fundamentales en la formación del país. Además, su régimen estableció las bases para el desarrollo de las fuerzas armadas mexicanas en los años posteriores y sentó las bases para el fortalecimiento del gobierno central. Aunque su gobierno fue polémico y efímero, Agustín de Iturbide dejó una huella imborrable en la historia de México.
