La política migratoria en el sexenio de Felipe Calderón: ¿una respuesta adecuada a los retos de la migración en México?

La política migratoria llevada a cabo en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) en México se vio marcada por una serie de retos y desafíos, los cuales requerían de una respuesta adecuada para manejar de manera efectiva el fenómeno migratorio en el país. Durante este periodo, México enfrentó importantes cambios demográficos, económicos y sociales, así como un contexto internacional complejo que influyó en la migración.

Una de las principales características de la política migratoria de Calderón fue el enfoque securitario, impulsado por el contexto de la guerra contra el narcotráfico que se vivía en el país. Esto significó que se priorizara el control y la vigilancia de las fronteras, así como el combate a la migración ilegal. En esta línea, se fortalecieron las medidas de seguridad en la frontera sur, se incrementaron los operativos de detención y deportación de migrantes indocumentados y se implementaron programas de repatriación asistida.

Sin embargo, este enfoque securitario también tuvo detractores, quienes argumentaron que las políticas migratorias del gobierno de Calderón se centraron más en la represión y el control de la migración, en lugar de atender las causas estructurales que la generan, como la falta de oportunidades de empleo y desarrollo en México. Además, se señaló que esta política criminalizaba a los migrantes, quienes en su mayoría son personas que buscan una vida mejor y huyen de la pobreza y la violencia en sus países de origen.

En contraposición a esta política securitaria, también se implementaron una serie de programas y acciones encaminadas a la protección de los derechos humanos y la integración de los migrantes en México. Por ejemplo, se creó el Programa de Repatriación Voluntaria para los migrantes mexicanos que deseaban retornar al país, brindándoles apoyo económico y social. Asimismo, se impulsaron programas de regularización migratoria para aquellos migrantes que cumplían con ciertos requisitos.

No obstante, a pesar de estos esfuerzos, la política migratoria de Calderón no fue suficiente para hacer frente a los desafíos que presentaba la migración en el país. El fenómeno migratorio continuó en aumento, tanto en términos de migración irregular como de tránsito y permanencia de migrantes en México. Además, se registraron casos de violaciones a los derechos humanos de los migrantes, como abusos por parte de agentes de seguridad y secuestros por parte de grupos del crimen organizado.

Es importante señalar que la política migratoria de Calderón también se vio influenciada por la relación con Estados Unidos, país hacia donde la mayoría de los migrantes mexicanos se dirigen. Durante este sexenio, se implementaron medidas para fortalecer la cooperación bilateral en materia migratoria, como el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que benefició a miles de jóvenes mexicanos indocumentados en Estados Unidos.

En conclusión, la política migratoria llevada a cabo en el sexenio de Felipe Calderón buscó responder a los retos de la migración en México, adoptando un enfoque securitario que priorizaba el control y la vigilancia de las fronteras. Sin embargo, esta política también tuvo detractores, quienes argumentaron que se enfocó más en la represión y el control de la migración en lugar de atender las causas estructurales que la generan. Además, a pesar de los esfuerzos realizados, la política migratoria no fue suficiente para hacer frente a los desafíos que presentaba la migración en el país, como el aumento de la migración irregular y los casos de violaciones a los derechos humanos de los migrantes.

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