La Reforma Agraria en el Gobierno de Álvaro Obregón en México

Durante el gobierno de Álvaro Obregón en México (1920-1924), se implementó una importante reforma agraria que buscaba redistribuir la tierra de manera más equitativa y acabar con el latifundismo que había prevalecido durante el porfiriato. Esta reforma agraria fue una de las principales políticas del gobierno de Obregón y tuvo importantes repercusiones en la historia social y económica de México. La reforma agraria de Obregón se basó en los postulados de la Revolución Mexicana, que buscaba justicia social y un mejor reparto de la riqueza del país. Para lograr esto, se llevaron a cabo distintas medidas que incluían la expropiación de tierras a los grandes propietarios y su distribución entre los campesinos más pobres. Además, se promovió la creación de ejidos, que eran comunidades agrícolas en las que los campesinos podían trabajar la tierra de manera individual o en cooperativas. Una de las principales leyes que se promulgó durante el gobierno de Obregón fue la Ley de Desarrollo Agrario, que establecía las bases para la implementación de la reforma agraria. Esta ley establecía que las tierras ociosas o improductivas podrían ser expropiadas y distribuidas entre los campesinos. Además, se creó el Banco Nacional Hipotecario y Agrícola, que otorgaba créditos a los ejidatarios para el desarrollo de sus tierras. La reforma agraria de Obregón tuvo importantes logros. Se estima que durante su gobierno se distribuyeron alrededor de 6 millones de hectáreas de tierra, beneficiando a miles de campesinos en todo el país. Además, se impulsó la producción agrícola, lo que mejoró la economía rural y contribuyó al desarrollo del país en general. Sin embargo, la implementación de la reforma agraria también tuvo sus desafíos. Muchos de los grandes propietarios se resistieron a la expropiación de sus tierras y buscaron diferentes formas de eludir la ley. Además, la distribución de tierras no siempre fue equitativa y en algunos casos los campesinos más pobres no recibieron la cantidad de tierra que les correspondía. En este sentido, también surgieron conflictos entre los propios campesinos por la disputa de las tierras. Algunos líderes ejidales se aprovecharon de su posición para obtener más tierras para sí mismos o para sus allegados, lo que generó tensiones y enfrentamientos en algunas comunidades. A pesar de estos desafíos, la reforma agraria de Obregón sentó las bases para una mayor justicia social en el campo mexicano. Posteriormente, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940), se profundizó la reforma agraria con la creación de la Confederación Nacional Campesina y la implementación de la política de reparto agrario. En conclusión, durante el gobierno de Álvaro Obregón se implementó una importante reforma agraria que buscaba redistribuir la tierra de manera más equitativa y acabar con el latifundismo en México. A través de la expropiación de tierras y la creación de ejidos, se logró beneficiar a miles de campesinos en todo el país y se impulsó la producción agrícola. Aunque hubo desafíos y tensiones en la implementación de la reforma agraria, esta sentó las bases para una mayor justicia social en el campo mexicano y fue un paso importante hacia la transformación social y económica del país.

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