Durante el sexenio de Lázaro Cárdenas del Río, que abarcó de 1934 a 1940, la política exterior de México se caracterizó por su enfoque en la promoción de la autodeterminación y la paz internacional. Cárdenas, considerado uno de los presidentes más importantes en la historia de México, buscó alejarse de la influencia extranjera y fortalecer la soberanía del país.
Una de las principales acciones de la política exterior de Cárdenas fue la nacionalización de la industria petrolera en 1938. México, al igual que otros países latinoamericanos, había estado sometido a la explotación de las empresas petroleras extranjeras, especialmente las estadounidenses. La nacionalización del petróleo representó un paso importante en la búsqueda de la autodeterminación económica de México y el control de sus recursos naturales.
En términos diplomáticos, Cárdenas buscó mantener buenas relaciones con todos los países, evitando compromisos que pudieran poner en peligro la autonomía de México. Es importante mencionar que durante su mandato hubo tensiones con Estados Unidos, especialmente por la nacionalización de la industria petrolera. Sin embargo, Cárdenas logró resolver estos conflictos de manera pacífica y mantener la independencia de México.
Un ejemplo de la política exterior de Cárdenas en promover la paz internacional fue su apoyo a la causa republicana durante la Guerra Civil Española. México envió un contingente militar conocido como la Brigada Internacional para luchar contra el régimen fascista de Francisco Franco. Esta acción fue apreciada por otros países que compartían la lucha contra el fascismo, y contribuyó a la reputación de México como defensor de los derechos humanos y la democracia.
Cárdenas también se enfocó en fortalecer las relaciones con los países latinoamericanos y promover la unidad de América Latina. Fue uno de los fundadores de la Confederación de Estados Mexicanos y Sudamericanos (CEMSA), un organismo regional que buscaba promover la cooperación y la solidaridad entre los países latinoamericanos. Además, México fue uno de los países fundadores de la Liga de Naciones, precursora de la Organización de las Naciones Unidas, y participó activamente en las discusiones sobre desarme y paz mundial.
En el ámbito de los derechos humanos, Cárdenas también fue un defensor activo de los refugiados políticos. Durante su mandato, México recibió a miles de exiliados, especialmente de países afectados por la persecución política, como los republicanos españoles y los judíos europeos. México se convirtió en un refugio seguro para aquellos que huían de regímenes autoritarios y violentos.
En resumen, la política exterior de México durante el sexenio de Lázaro Cárdenas del Río estuvo marcada por la promoción de la autodeterminación y la paz internacional. Cárdenas buscó fortalecer la soberanía del país y alejarse de la influencia extranjera. Su nacionalización de la industria petrolera, su apoyo a la causa republicana en la Guerra Civil Española y su participación en organizaciones internacionales demostraron su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el fascismo. En general, la política exterior de Cárdenas contribuyó a fortalecer la imagen de México como un país independiente y comprometido con la paz y la justicia internacional.
