Durante el sexenio de Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), se llevó a cabo una transformación significativa en el sindicalismo mexicano. Cárdenas fue un presidente con una visión progresista y comprometido con la justicia social, y esto se reflejó en la forma en que abordó las demandas y necesidades de los trabajadores.
Una de las primeras medidas que tomó Cárdenas fue promover la creación de sindicatos independientes y democráticos. Anteriormente, los sindicatos estaban controlados por los patrones y el gobierno, lo que limitaba la capacidad de los trabajadores para organizar, negociar y defender sus derechos laborales. Cárdenas impulsó la Ley Federal del Trabajo en 1931, que garantizaba el derecho de asociación y el reconocimiento legal de los sindicatos.
Además de promover la creación de sindicatos, Cárdenas también implementó políticas laborales que beneficiaron directamente a los trabajadores. Se estableció un salario mínimo nacional, se redujo la jornada laboral a ocho horas diarias, se estableció un sistema de pensiones, se otorgaron vacaciones remuneradas y se implementaron medidas de seguridad y salud en el trabajo. Estas políticas contribuyeron a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y a reducir la desigualdad socioeconómica.
Otro aspecto importante de la transformación del sindicalismo durante el gobierno de Cárdenas fue la creación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en 1936. La CTM fue concebida como un organismo que aglutinaría a todos los trabajadores del país, sin importar su sector o gremio. Esta centralización del sindicalismo permitió una mayor coordinación y fuerza en las negociaciones con los patrones y el gobierno.
Asimismo, Cárdenas implementó medidas para proteger los derechos laborales y garantizar la estabilidad en el empleo. Se estableció el principio de la inamovilidad laboral, que prohibía el despido injustificado de los trabajadores. También se crearon las juntas de conciliación y arbitraje, encargadas de resolver los conflictos laborales de manera justa y equitativa.
La transformación del sindicalismo durante el sexenio de Cárdenas también tuvo desafíos significativos. Uno de los principales retos fue la resistencia por parte de los patrones y de los sindicatos corporativos existentes. Muchos patrones se oponían a los cambios propuestos por el gobierno, ya que implicaban un mayor costo para ellos. Por su parte, los sindicatos corporativos temían perder su poder y control sobre los trabajadores.
Además, la transformación del sindicalismo también enfrentó desafíos internos. Algunos líderes sindicales se resistían a los cambios propuestos por el gobierno, y preferían mantener su poder y privilegios. Asimismo, la falta de educación sindical y la falta de conciencia de clase en muchos trabajadores dificultaban la organización y la participación activa en los sindicatos.
A pesar de estos desafíos, la transformación del sindicalismo durante el sexenio de Cárdenas dejó logros significativos. Se logró institucionalizar el sindicalismo independiente y democrático, con elecciones libres y transparentes en los sindicatos. Además, se consolidó la CTM como una fuente de representación y defensa de los trabajadores. También se logró mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y garantizar sus derechos laborales.
En resumen, la transformación del sindicalismo durante el sexenio de Cárdenas fue un proceso complejo y desafiante. Sin embargo, los logros obtenidos en términos de derechos laborales y mejoras en las condiciones de trabajo fueron significativos. A pesar de los desafíos y la oposición que enfrentó, Cárdenas se mantuvo firme en su compromiso con la justicia social y logró sentar las bases para un sindicalismo más fuerte y democrático en México.
